Como Dios…

¿Por qué Dios Todopoderoso no se entera
de lo que sucede y sus fieles no comprueban su justicia?
Job 24,1

Ficha Técnica:
Película: Todopoderoso – Bruce Almighty (2003)
Dirigida por: Tom Shadyac
Actores: Jim Carrey, Morgan Freeman y Jennifer Aniston.
Estudios: Universal Pictures
Duración: 101’
Censura: Para mayores de 12 años por los planteamientos de la película.
Valoración: Aunque tiene un humor muy norteamericano, cuestiona mucho la forma de vivir la propia fe.

Breve Comentario:

¿Quién de nosotros no se ha quejado por la vida que le ha tocado en suerte? ¿Quién no desearía hacer su voluntad para arreglar todo de acuerdo a su propio antojo? ¿Quién no ha peleado íntimamente con el Señor, pidiéndole desesperadamente auxilio en la oración que se eleva como grito desafiante? ¿Quién no ha pasado por la experiencia de hacer el bien y salir mal pagado? Estas son algunas de las situaciones que vive el protagonista de Todopoderoso, el reportero Bruce Nolan interpretado por Jim Carrey.

A pesar de ser una comedia, Todopoderoso es una película muy seria donde el espectador se siente identificado con la trama, lo cual se convierte en el secreto de su éxito. Se plantea la profundidad de la relación con Dios en tiempos de la postmodernidad: relación mercantil con Dios, juicios fuertes de la persona hacia el Todopoderoso por no escuchar las plegarias (mejor dicho, por no cumplir los propios deseos al estilo de la lámpara mágica), el amor egoísta enfrentado al amor de donación, la envidia por los dones dados a otros, etc.

El Sr. Shadyac juega con algunas bromas para dejar colar su perspectiva de lo que es la fe y la relación con el trascendente. Por ejemplo, al pedir Bruce que Dios le envíe una señal, realmente aparece frente a él un camión lleno de señales de tránsito indicándole el camino, pero a Bruce le estorba y va por otro lado. ¿Acaso no es esa la forma como actuamos nosotros con Dios, pidiéndole guía y ciegos para descubrir sus suaves directrices?

También es muy serio el planteamiento sobre la respuesta que Dios da a nuestras peticiones. “¿Acaso la gente sabe lo que quiere?”, le dice en algún momento el personaje de Morgan Freeman a Bruce. Lo más importante lo dejamos de lado y nos quedamos pidiendo cosas en lugar de conversión interior y bienestar profundo tanto para nosotros como para los demás.

Y qué decir sobre el respeto al libre albedrío y nuestra respuesta al amor de Dios. La relación entre Bruce y Grace podría representar la propia relación entre Dios y cada uno de nosotros, al estilo del Cantar de los Cantares, sobre el que dice San Juan de la Cruz que el alma es la amada y Dios el amado. Un par de líneas del diálogo nos dan mucho qué pensar sobre esto:

Bruce: ¿Cómo haces que alguien te ame sin cambiar su libre albedrío?
            Dios: Bienvenido a mi mundo.

No podemos dejar afuera de nuestro comentario el tema de la oración, pues de una u otra forma es tratado en toda la película. Definitivamente debemos aprender a rezar desde el corazón, con nuestra cabeza, con todo nuestro ser. Solamente así podremos superar nuestro amor egoísta, aceptar nuestra realidad y dones, respetando en hechos concretos al otro.

Ojalá ver esta película mueva nuestro espíritu un poco más cerca del Dios de la vida y nos ayude a dejar nuestra disposición a convertirnos en ídolos, porque sólo uno es el Todopoderoso a quien encontramos en lo pequeño y sencillo.

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