Dime cómo sonríes…

No se enciende una lámpara para esconderla en un tiesto,
sino para ponerla en un candelero
a fin de que alumbre a todos los de la casa.
Mt 5,15.

Ficha Técnica:
Película: Sonrisa de Mona Lisa – Mona Lisa Smile (2003).
Dirigida por: Mike Newell
Actores: Julia Roberts, Kirsten Dunst, Julia Stiles, Maggie Gyllenhaal, Ginnifer Goodwin, Dominic West.
Estudios: Revolution Studios – Red Om Films.
Duración: 117’
Censura: Para mayores de 16 años debido a la temática trabajada.
Valoración: Excelente película que nos muestra el otro lado de las cosas, con una clara intención de hacer del expectador su protagonista al lograr cuestionarle sobre su sonrisa.

Breve Comentario:
Algunos críticos han comparado esta película como la versión femenina de la ya clásica “Sociedad de los Poetas Muertos”; creo que se quedan cortos quienes piensan así, pues “Sonrisa de Mona Lisa” plantea temas distintos y complementarios a aquel film protagonizado por Robin Williams.
En cuanto a actuación, encontramos a una Julia Roberts madura asumiendo el rol de Katherine Watson, una profesora de arte de la primera mitad de los años 50; el objetivo para con sus alumnas: lograr explicarle el rol femenino como algo más que casarse y ser madre. Pero ella misma se encuentra insatisfecha con la vida, sus títulos y sus experiencias amorosas no han llenado lo más profundo de su ser.
La vida no es vivida para complacer a los demás fingiendo con una sonrisa que “todo está bien”; tampoco es un campo de batalla en el cual debemos demostrarle al mundo cómo nuestra rebeldía vence sobre tantas ideas convencionales. La vida es un don para ser asumido con libertad: nos arriesgamos a elegir respondiendo al llamado interno de nuestro ser (el cual cuando es escuchado con sinceridad corresponde a la vocación dada por Dios), y en toda elección se dejan algunos bienes por fuera para elegir otro mayor. Esa es la posición de Joan, quien de alumna pasa a ser maestra de vida para Kate.
Sin embargo, lograr sonreir con profundidad de espíritu no es fácil. Es necesario vivir en la verdad que enfrenta con uno mismo y con los demás. Verdad disonante con la superficialidad de la imagen proyectada para aparentar vidas perfectas. Verdad que tumba las máscaras y descubre tanto el dolor del corazón como la simplicidad de la sincera alegría. Verdad capaz de corregir percepciones erradas y enmendar acciones equivocadas. Esa verdad la descubre Betty convirtiéndose en verdadera mujer.
Pero para vivir plenamente ese llamado personal también es necesario desterrar el miedo que paraliza. Miedo que nos deja aferrados a relaciones amorosas caducas. Miedo que nos aleja de los demás por los posibles sufrimientos que se pueden presentar. Miedo al compromiso sincero con una persona o una causa. Miedo al fracaso por el qué dirán. Miedo a ser diferentes porque nos sentiremos cuestionados. Algunos de los personajes (particularmente Giselle y Connie) aprendieron a enfrentar esos miedos y se convierten para el espectador en espejos que reflejan los propios temores.
Cada uno de nosotros puede sonreir para aparentar o para expresar la verdadera alegría de ser uno mismo. Nadie nos obliga a optar por uno o por otro, pero cada mañana al vernos en el espejo responderemos si portamos o no una sonrisa de Mona Lisa.

You can leave a response, or trackback from your own site.

Leave a Reply