(2do domingo de adviento del ciclo “A”
Is 11,1-10; Sal 121; Rom 15,4-9; Mt 3,1-12)

 “Acójanse unos a otros como Cristo los acogió a ustedes para gloria de Dios”
Rom 15,7

 Ficha Técnica:
Película:  Patch Adams (1998)
Dirigida por: Tom Shadyac
Actores: Robin Williams, Mónica Potter.
Estudios:
Duración: 110’
Censura: Apta para niños mayores de 12 años. Si va a ser vista por menores, se aconseja el acompañamiento de sus padres.
Valoración: Los inicios del movimiento conocido en nuestro país como “Doctor Yaso” son un ejemplo de quien voltea la mirada a lo fundamental y es capaz de dar todo por el ideal del amor concreto, arrastrando a quien le rodea.

Breve Comentario:

Dios tiene sus caminos para llamarnos a la conversión y, cuando llega el verdadero momento, ella se presenta como una vía unívoca donde el verdadero amor, manifestado en el servicio desinteresado, será lo único capaz de llenar la propia vida. Así lo experimentó el Dr. Hunter “Patch” Adams, quien luego de tocar fondo en su crisis existencial, decide dedicarse a preocuparse por los demás, para lo cual la medicina sería su excusa.

No fue fácil para el Dr. Adams plantear la existencia de otros parámetros en cuanto a la relación médico – paciente en su entorno al ser estudiante, sin embargo los buenos resultados de una ocupación personalizada fueron encontrados rápidamente en su experiencia. La paciencia y el consuelo aplicado a los enfermos le concedió a Patch, como dice San Pablo, “vivir en perfecta armonía” tanto con los enfermos como con las enfermeras y el grupo de estudiantes que, poco a poco, fue ganando para su causa.

Por su puesto, que también encontró en su camino a muchos grandes de la medicina, a quienes al mejor estilo profético, les denunciaba en su cara su falta de humanidad; lo hacía más con sus propias acciones que con palabras, pero no faltaron las ocasiones donde el discurso se hizo fundamental para defender su causa de quienes querían comercializar la medicina y defenderla de aquellos a quienes no creían dignos de ejercerla más por su apariencia que por sus conocimientos.

La lucha por la justicia y por la verdadera fraternidad debe ser una causa abrazada con verdadera pasión por todos los cristianos. Aún cuando lo único que se haga presente sea el cuestionamiento básico del porqué de la cruz y el sufrimiento. Sin embargo, el Señor se estará con pequeños gestos, respondiendo a las interrogantes más profundas que ataquen nuestro camino de conversión.

Deshacerse de convenciones sociales que dan títulos y colocan a los seres humanos en distintas escalas, cuando todos hemos sido creados con la misma dignidad, no es fácil; sobre todo cuando se trata de ciertas tareas y profesiones que buscan distinguirse de otras con un espejismo de supuesta superioridad. Para esas personas, la idea de una comunidad que esté al servicio mutuo es difícil. Para ellos, las ideas de las lecturas desde las que compartimos nuestro análisis de esta película serán intolerables.

Por esto, el buen humor para reírse de uno mismo y la sencillez de vida en el trato con los demás, son expresión de una verdadera simplicidad que acoge al otro y le toma en serio como persona, como hermano. Es imitar a Jesucristo que se pone al servicio del pueblo, dejándose llevar por el Espíritu del verdadero amor.

Algunas preguntas para tu oración personal a partir de la película y de las lecturas bíblicas:

1. Isaías nos presenta tres pasos claves para la conversión: llenarse del Espíritu Santo, crear lazos de fraternidad verdadera y tener al Señor como el absoluto de la vida. ¿Puedes ubicar en Patch Adams estos tres pasos claves? ¿Puedes ubicarlos en ti mismo?
2. ¿A quienes brindas paciencia y consuelo? ¿Utilizas el buen humor para ello? ¿Acoges al otro en todo su ser?
3. Ser profeta al estilo de San Juan Bautista exige valentía y coherencia de nuestra parte. ¿Puedes decir que Patch ha sido así? ¿En qué situaciones concretas? ¿Y Tú podrías también ubicar situaciones similares en tu vida?
4. ¿Qué cuestionamientos dejan en ti las lecturas y la película comentada hoy? Te invito a que, en tu oración, se los presentes al Señor.