El amor y el interés…

“Pero Dios le dijo: ¡Necio, esta noche te reclamarán la vida!
Lo que has preparado, ¿para quién será?  
Así le pasa al que acumula tesoros para sí y no es rico a los ojos de Dios.”

Lc 12,20-21

Película: Killers of the Flower Moon (2023)
Dirigida por: Martin Scorsese
Actores: Leonardo DiCaprio, Robert De Niro, Lily Gladstone
Duración: 206’
Censura:  Por los temas tan sensibles que trata, se recomienda su visualización para mayores de 16 años, preferiblemente guiada por adultos.
Valoración: Hay partes de la historia desconocida para la mayoría de nosotros. En esta película, Scorsese plantea colocar sobre el tapete una de estas historias, sorprendente para muchos. Junto con la originalidad del guion, también debe resaltarse una gran dirección junto con la que, para algunos críticos, está la mejor interpretación de DiCaprio.

Breve Comentario:

Normalmente la historia es narrada por los vencedores y cuando encontramos otros puntos de vista, es porque el vencido ha encontrado misericordia en alguien fuerte que tiene el poder para presentar la perspectiva del débil. Ese es el caso con el último filme de Martin Scorsese, The Killers of the Flower Moon, donde narra la extraña, pero cierta, historia de un pueblo indígena en Estados Unidos, los osage que se convirtieron en el pueblo con mayor ingreso per cápita en su momento al encontrar petróleo en sus suelos.

La película se basa en el libro The Killers of the Flower Moon and the Birth of the FBI publicado en el 2017 por el periodista David Grann. Allí se presenta el caso de una serie de osages asesinados sin ser investigados en su momento.

La trama histórica es muy interesante, siendo presentada por Scorsese de una manera realista y convincente. Sin embargo, cuenta DiCaprio, que al principio no le encontraban el corazón a la historia, por lo que fue importante potenciar el romance entre Mollie y Ernest, siendo además estos personajes reales.

Se crearon situaciones muy extrañas al contrastarlas con el racismo existente en ese momento histórico (estamos hablando de principios del siglo XX), pues muchos blancos optaron por tomar como esposas a mujeres osage, tanto por las leyes civiles de los Estados Unidos como por la legislación tribal. Era un doble oportunismo: por un lado, los blancos adquirirían el dinero proveniente del petróleo, pero por otro, los indígenas se establecían en el estatus social que ya habían empezado a obtener por los bienes materiales, pero necesariamente debían afianzar con la mezcla de la sangre. Sin embargo, no era suficiente para un grupo que deseaba apoderarse de la totalidad del bien del subsuelo de la nación osage. La ambición se hizo presente y se transformó el dinero en el único dios ante el cual todos los demás valores rindieron reverencia, incluidas las culturas y religiones de los pueblos involucrados.

Sin embargo, en la protagonista, Mollie Burkhart, se encuentra una integridad que cuestiona continuamente a todos los que la rodean, incluido el espectador. Aprovecha Scorsese para cuestionarnos también a nosotros sobre cuál es el verdadero valor que dirige nuestras vidas, en la escena donde Mollie interroga a Ernest sobre su religión, a lo que contesta que es católico y ella le dice con franqueza que no le ha visto en la iglesia. En ese momento, Ernest comienza a ir a la misa. Varias veces expresa el personaje encarnado por DiCaprio que su amor al dinero casi es igual que su amor por su esposa, pero no aparece por ningún lado el amor a Dios.

Desde el primer momento, el personaje encarnado por De Niro muestra al típico manipulador que engaña al interlocutor haciéndole creer su interés legítimo por el bien del otro mientras busca su propio bienestar, impulsando a un DiCaprio que se hace grande con su difícil papel, donde no terminamos de separar la estupidez de la ingenuidad. Por otra parte, Lily Gladstone, cuya bisabuela era osage y contemporánea de Mollie Burkhart, tiene un gran parecido físico con el personaje que encarna, así como un conocimiento profundo de esta cultura.

Por último, es de hacer notar la magistralidad de la dirección de Scorsese, logrando que una película de 3 horas 26 minutos mantenga la atención del espectador hasta el último momento. Gran parte del producto final se debe a la tarea de integrar a los osage como consultores y compartir con este pueblo sus costumbres, inquietudes e historias.

Es necesario ver esta película donde nos cuestionaremos sobre ese gran refrán popular que escuchamos cuando no le damos primacía a aquello que debería tenerla: el amor y el interés fueron al campo un día pero más pudo el interés que el amor que le tenía.

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