El que ama tiene paciencia en todo, y siempre es amable.
El que ama no es envidioso ni se cree más que nadie.
No es orgulloso.
1Cor 13,4
Ficha Técnica:
Película: Como si fuera la primera vez – 50 First Dates (2004)
Dirigida por: Peter Seagal
Actores: Adam Sandler, Drew Barrymore, Rob Schneider y Sean Astin.
Estudios: Columbia Pictures – Happy Madison Productions – Flower Films.
Duración: 99’
Censura: Comedia romántica que puede ser vista por preadolescentes (11 años) acompañados de sus padres.
Valoración: Mucho más que una comedia es un poema sobre el descubrimiento del verdadero amor.
Breve Comentario:
Al ver los nombres de las empresas productoras y la presentación de este film, podríamos caer en la trampa de pensar que será una película tonta y sin sentido. Sin embargo, “Como si fuera la primera vez” se convierte en una verdadera enseñanza sobre aquellas cosas que solamente el amor puede lograr.
En Henry Roth encontramos a un joven que ya a la edad de hacer su vida continúa “flirteando” con todas las muchachas que encuentra en la isla donde vive; inventa las mil y una cosas tanto para conquistarlas como para deshacerse de ellas. En otras palabras, el personaje interpretado con gran carácter y personalidad por Adam Sandler, es un picaflor que está en búsqueda del verdadero amor de su vida.
Por otra parte, Lucy Whitmore es una joven que debido a un accidente en el automovil que conducía su padre perdió la memoria a corto plazo y todos los días se levanta como si estuviera viviendo la mañana del accidente. Su padre y su hermano se han sumergido en una rutina desgastante para cuidar a la joven a su manera.
Algo sucede en Henry que se enamora locamente de Lucy y de pronto ese enamoramiento se transforma en amor, pues lo único que desea es pasar el resto de su vida con la joven sin importar lo duro y difícil que esto pueda ser. En ese momento se empeña en enamorarla una y otra vez, lucha con el padre y el hermano de Lucy para ganarse su confianza, y hasta cambia su estilo de vida pues sabe que no todo es “gozar” sino “compartir juntos un proyecto”. Es el paso notable de la juventud a la adultez.
Luego de ver esta película me quedó un sabor de boca muy agradable y un cuestionamiento: ¿cuántas veces olvidamos el amor de Dios y cada mañana lo dejamos de lado, como si nada hubiera pasado con Él? Definitivamente el Señor de la Vida, el eterno amado del alma, vive enamorándonos una y otra vez para que a cada paso dado le descubramos como si fuera la primera vez. Y, así como el protagonista, también busca medios para que no nos olvidemos de Él: cada amanecer que contemplas, el rostro soñoliento de tus hijos o de tus hermanos, la bendición de tu padre y de tu madre… Estos y muchos otros detalles que nos demuestran lo más importante de la vida: Dios te ha regalado todo porque se ha enamorado de ti y te ama a pesar de tus fallos, debilidades e imperfecciones. Aunque todos los días el Señor te tenga que recordar quien eres y el caminar que has trazado junto a Él, al igual que Henry le recordaba a Lucy quienes eran, así Él te llevará por proyectos que te realizarán como persona única.
¡Ah! Y cuando desees apartarte de Él porque crees que no eres digno de su amor o te enreda la vida, mírate en el espejo de Lucy cuando se quiso deshacer de Henry: no sabe quién era ni porqué, pero ese rostro estaba plasmado en toda su obra. El rostro de Dios está plasmado en tu alma pues tú eres su más maravillosa creación.